Una espectacular tromba marina fue captada este sábado sobre aguas del mar Caribe, en Santo Domingo próximo a la Avenida Las Américas cuando llovía fuertemente sobre toda la ciudad y gran parte de República Dominicana.
La tromba marina o tornado sobre el agua es la circulación de vientes que se manifiesta desde una nube cumulonimbus -en forma de embudo- que produce levantamiento del agua o torbellino sobre el mar, pero menos intensas que los tornados.
Según el meteorólogo Antonio Cocco estos fenómenos se observan con mas frecuencia en Cabo Engano y Punta Cana sobre el canal de la Mona.
Aunque la definición popular de una tromba marina es la de un tornado sobre el agua, científicamente el asunto es más complicado. A pesar de que ambos fenómenos poseen una estructura similar, el proceso de formación y las consecuencias son diferentes en ambos casos.
Se puede definir una tromba marina como un remolino de aire rotando violentamente sobre un gran cuerpo de agua (mar, lago o un gran río), el cual se forma entre la base de una nube de tormenta (cumulonimbo) y el mar.
Las trombas son fenómenos frecuentes en los océanos tropicales. El embudo se forma porque el aire que rota dentro de la tromba se enfría por expansión produciendo la condensación del vapor de agua. Estas son menos definidas y considerablemente menos destructivas que los tornados.
Obviamente las trombas son muy peligrosas, pues pueden volcar y dañar barcos, capaces de causar daños cuantiosos a la propiedad cuando pasan a la tierra.
Duran un tiempo relativamente corto, de 2 a 20 minutos, aunque la mayoría dura menos de 10 minutos. Pueden desarrollar vientos de 70 a 300 km/h (un tornado presenta vientos de 140 a 500 km/h) con velocidades de desplazamiento de 20 a 30 km/h.
Por lo general ocurren entre los meses de mayo y octubre, cuando las aguas del mar están en los niveles más calientes del año.
La tromba se disipa usualmente cuando la lluvia empieza a caer desde la nube, esto por cuanto el aire frío advectado por la lluvia, corta el abastecimiento de aire húmedo y caliente que necesita la tromba para continuar viva.
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